Que plantas se reproducen por esquejes: 5 métodos efectivos

La propagación de plantas mediante esquejes es una técnica que ha sido utilizada por jardineros y horticultores a lo largo de la historia. Este método no solo es accesible y económico, sino que también permite a los aficionados a la jardinería multiplicar sus plantas favoritas de manera efectiva. La técnica consiste en tomar fragmentos de una planta madre, ya sean tallos, raíces o incluso hojas, y hacer que desarrollen raíces para convertirse en nuevas plantas independientes. Este proceso es especialmente útil para aquellas especies que son difíciles de cultivar a partir de semillas o que no producen semillas viables. En este contexto, es fundamental conocer qué plantas se reproducen por esquejes, ya que no todas las especies son aptas para este método.
La reproducción por esquejes ofrece una serie de ventajas. En primer lugar, permite mantener las características genéticas de la planta madre, lo que significa que las nuevas plantas serán idénticas a la original. Esto es especialmente valioso para variedades de plantas ornamentales, frutales o medicinales que se desean conservar. Además, la técnica es relativamente sencilla y puede ser realizada en casa con herramientas mínimas, lo que la convierte en una opción atractiva para quienes desean expandir su jardín sin incurrir en grandes gastos. A continuación, se describen cinco métodos efectivos para la reproducción de plantas mediante esquejes, cada uno con sus particularidades y recomendaciones.
Esquejes de madera blanda
Los esquejes de madera blanda son ideales para plantas que crecen rápidamente y que producen brotes tiernos en primavera. Este método se basa en la recolección de segmentos de tallos jóvenes, que son más susceptibles a desarrollar raíces. Para llevar a cabo este proceso, es recomendable seleccionar ramas que no tengan más de un año de edad, ya que estas contienen mayor cantidad de hormonas de enraizamiento y son más flexibles. Se sugiere cortar un trozo de entre 10 y 15 centímetros de longitud, asegurándose de que cada esqueje tenga al menos un par de hojas. Es importante retirar las hojas inferiores para evitar que se pudran al estar en contacto con el sustrato.

Una vez que se han preparado los esquejes, se puede optar por aplicar hormona de enraizamiento, aunque esto es opcional. La hormona ayuda a acelerar el proceso de enraizamiento, pero muchas plantas pueden enraizar sin ella. Después de aplicar la hormona, si se decide usarla, se deben plantar los esquejes en un sustrato adecuado, que debe ser ligero y bien drenado, como una mezcla de turba y perlita. Es crucial mantener el sustrato húmedo, pero no encharcado, y proporcionar un ambiente cálido y con luz indirecta para favorecer el crecimiento de las raíces. Con el tiempo, generalmente entre 4 y 6 semanas, los esquejes comenzarán a desarrollar raíces y estarán listos para ser trasplantados a macetas o al jardín.
Esquejes de madera dura
El método de esquejes de madera dura se realiza generalmente en otoño o invierno, cuando las plantas están en su fase de reposo. Este tipo de esquejes se obtienen de ramas leñosas que han madurado durante al menos un año. Para llevar a cabo este proceso, se deben seleccionar ramas sanas y vigorosas, cortando secciones de entre 15 y 25 centímetros de longitud. Es recomendable hacer el corte justo por debajo de un nudo, ya que esto puede ayudar a estimular el crecimiento de raíces. A diferencia de los esquejes de madera blanda, los de madera dura requieren un periodo de secado antes de ser plantados, lo que puede durar entre 24 y 48 horas.
Una vez que los esquejes han secado, se deben plantar en un sustrato que drene bien, como una mezcla de arena y tierra para macetas. Es fundamental mantener el sustrato húmedo, pero evitando el exceso de agua, ya que esto puede provocar la pudrición de los esquejes. Este método puede ser un poco más lento en comparación con los esquejes de madera blanda, ya que puede tardar varios meses en desarrollar raíces. Sin embargo, muchas especies de plantas leñosas, como los arbustos y algunos árboles frutales, se reproducen con éxito mediante este método, lo que lo convierte en una opción valiosa para quienes desean diversificar su jardín.


Esquejes de raíz
La técnica de esquejes de raíz es menos común, pero igualmente efectiva para la propagación de ciertas plantas. Este método implica excavar raíces sanas de una planta madre y cortarlas en segmentos de al menos 15 centímetros. Es importante seleccionar raíces que sean robustas y estén libres de enfermedades. Una vez que se han cortado los segmentos, se deben plantar en un sustrato húmedo, asegurándose de que estén enterrados a una profundidad adecuada. Este proceso puede ser un poco más complicado, ya que las raíces deben ser tratadas con cuidado para evitar daños.
Los esquejes de raíz suelen tardar más tiempo en brotar que otros métodos de esquejes, ya que deben desarrollar nuevos brotes antes de que se puedan considerar como plantas independientes. Sin embargo, este método es especialmente útil para plantas perennes y algunas especies de arbustos que no se reproducen fácilmente por otros medios. Con paciencia y el cuidado adecuado, los esquejes de raíz pueden convertirse en plantas vigorosas que enriquecerán cualquier jardín.
Acodo aéreo
El acodo aéreo es un método de propagación que se utiliza principalmente para plantas que tienen tallos leñosos y que son difíciles de enraizar a partir de esquejes convencionales. Este proceso consiste en hacer un corte en la corteza de una rama sana y envolver la parte expuesta con musgo sphagnum húmedo, asegurando que se mantenga la humedad. Luego, se cubre el musgo con plástico para crear un ambiente húmedo y cálido que favorezca el desarrollo de raíces. Este método puede ser muy efectivo, ya que permite que la planta madre continúe nutriendo el esqueje mientras desarrolla sus raíces.



Después de un periodo de 4 a 6 semanas, se pueden observar raíces desarrolladas a través del musgo. En este punto, se debe cortar la rama por debajo de las raíces y plantar el esqueje en un sustrato adecuado. Este método no solo es efectivo, sino que también es menos estresante para la planta madre, ya que no se requiere la eliminación de un segmento de la planta. El acodo aéreo es ideal para especies como el ficus, la hiedra y algunas variedades de rosas, que pueden beneficiarse de esta técnica para una propagación exitosa.
Esquejes en agua
El método de esquejes en agua es uno de los más sencillos y accesibles para los jardineros principiantes. Este proceso implica colocar un esqueje de entre 10 y 15 centímetros en un vaso con agua, asegurándose de que al menos un nudo esté sumergido. Es importante cambiar el agua regularmente para evitar el crecimiento de bacterias y mantener un ambiente limpio para el desarrollo de raíces. Este método es especialmente efectivo para plantas de interior como la pothos, el potus o la coleus, que son conocidas por su capacidad de enraizar rápidamente en agua.
A medida que pasan los días, se pueden observar pequeñas raíces comenzando a desarrollarse. Generalmente, se espera que las raíces alcancen al menos 2,5 centímetros antes de trasplantar el esqueje a tierra. Este método no solo es fácil, sino que también permite a los jardineros observar el proceso de enraizamiento, lo que puede ser muy gratificante. Además, es una excelente manera de propagar plantas en espacios reducidos, ya que no se requiere un sustrato especial hasta que los esquejes estén listos para ser plantados en tierra.




Conclusión
La reproducción de plantas mediante esquejes es una técnica valiosa que ofrece múltiples beneficios tanto para jardineros novatos como experimentados. Conociendo qué plantas se reproducen por esquejes, se puede aprovechar al máximo esta práctica, permitiendo la expansión de jardines y la conservación de variedades deseadas. Desde los esquejes de madera blanda hasta el acodo aéreo, cada método tiene sus particularidades y puede ser adaptado a diferentes especies y condiciones. La satisfacción de ver crecer nuevas plantas a partir de un simple fragmento es una experiencia enriquecedora que fomenta la conexión con la naturaleza y el amor por la jardinería. Con paciencia y dedicación, cualquier persona puede convertirse en un experto en la propagación de plantas, contribuyendo así a un entorno más verde y sostenible.
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